La llama Olímpica, o fuego Olímpico, es uno de los símbolos de los Juegos Olímpicos, y evoca la leyenda de Prometeo, que habría robado el fuego a Zeus para entregarlo a los mortales. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos de la antigüedad, en Olimpia, se mantenía encendido un fuego que ardía mientras duraran las competiciones, siendo esta tradición reintroducida en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928.
Gemma
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